Nos recuerda esta fábula budista que en la vida todo está de paso. Con esa mentalidad debemos enfrentarnos al daño que otros intentan causarnos. Las personas cambian a cada instante y las ofensas también deberían ser transitorias. Una fábula que nos habla de la importancia de perdonar. Escucharla no te llevará más de un minuto y la reflexión que dejará en ti es bien profunda.