Debemos de tener cuidado con estar en completa tranquilidad porque corremos peligro de olvidar que dependemos de Dios, tenemos que mantenernos alertas para que la soberbia o el orgullo no se apodere de nosotros y terminemos como el Rey Nabucodonosor que a pesar que Dios le advirtió a través de Daniel que debía volver su corazón a Él, él no hizo caso y termino pastando como animal por muchos años.