La IA ha hecho que la velocidad deje de ser un problema. Podemos generar ideas, prototipos y validaciones en minutos. Pero cuando todo se acelera, el reto ya no es hacer más, sino pensar mejor. Este artículo reflexiona sobre cómo cambia el trabajo de producto en la era de la IA: qué pasa con el discovery cuando las respuestas son instantáneas, con el prototipado cuando cualquiera puede diseñar, y con la validación cuando los datos se vuelven automáticos. En un mundo donde todo se puede producir más rápido, el valor está en decidir con más sentido.