La historia de esta mujer es uno de los más destacados, ya que ella por Fe entregó al pequeño Samuel aún antes de nacer, siquiera aún antes de ser engendrado a Dios. La Fe de esta mujer es extraordinario, pues sabía que su milagro estaba en la Casa de Jehová, en dónde ella lloró abundantemente delante del Señor obteniendo así su milagro y este milagro ella entregó nuevamente a quien le había dado: Dios.