Vivimos en una sociedad tan enferma, tratando de vender una felicidad que no existe. Hay días malos y días buenos, no todos los días son felices. Pero, si nuestra realidad es Jesús, podemos ser felices todo el tiempo.
Vivimos en una sociedad tan enferma, tratando de vender una felicidad que no existe. Hay días malos y días buenos, no todos los días son felices. Pero, si nuestra realidad es Jesús, podemos ser felices todo el tiempo.