En este episodio, Tía Francis nos relata la encantadora historia de Cielito, una mujer cuyo talento para la repostería se convirtió en un vehículo de inspiración y esperanza. Cada domingo, Cielito llevaba a la iglesia sus deliciosas galletas de vainilla, pero lo que hacía que estas galletas fueran verdaderamente especiales eran los mensajes inspiradores y los versículos bíblicos que escondía en su interior. A través de su dulce obra, muchos de sus amigos y seres queridos descubrieron verdades y consejos antes de que sucedieran.
¿Qué impacto tuvieron sus galletas en la comunidad? ¿Cómo su amor por la cocina se entrelazó con su deseo de compartir fe y motivación? Descúbrelo en este conmovedor relato lleno de dulzura y significado.