Por supuesto que sí. Hay textos bíblicos y casos de la vida real que demuestran que Dios responde las oraciones. La Biblia dice acerca de Dios: “Ejecutará el deseo de los que le temen, y oirá su clamor por ayuda, y los salvará” (Salmo 145:19). Ahora bien, para que Dios nos responda, se espera que cumplamos ciertas condiciones.