En este capítulo se explora cómo la costumbre de quejarnos y culpar a los demás por nuestros problemas puede limitar nuestra capacidad para crecer, agotarnos emocionalmente y afectar nuestras relaciones sociales. Se destaca la importancia de cultivar una mentalidad de resiliencia y positividad para superar los obstáculos y lograr nuestros objetivos.