La enfermedad de las "vacas locas" surgió en el Reino Unido en 1985 y se propagó por el resto de Europa en los años siguientes. A España llegó en el año 2000, a una granja gallega. El gran problema de aquella enfermedad bovina es que, aunque raramente, podía trasladarse a los humanos provocando una variedad de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, que puede llegar a ser mortal.