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LECCIÓN 2
Le he dado a todo lo que veo en esta habitación [en esta calle, desde esta ventana, en este lugar]
todo el significado que tiene para mí.
1. Los ejercicios que se deben llevar a cabo con esta idea son iguales a los de la primera lección. Comienza con
las cosas que estén cerca de ti y aplica la idea a cualquier cosa en la que tu mirada se pose. Extiende luego tu
campo visual. Gira la cabeza de un lado a otro de manera que puedas incluir lo que se encuentre a ambos
lados de ti. Si es posible, da la vuelta y aplica la idea a lo que se encuentre detrás de ti. Sé tan imparcial
como puedas al seleccionar los objetos a los que vas a aplicar la idea; no te concentres en nada en particular ni
trates de incluir todo lo que veas en una zona determinada, ya que eso causaría tensión.
2. Echa simplemente una rápida e indiscriminada mirada a tu alrededor, tratando de evitar la selección de objetos
en función de su tamaño, brillantez, color o material, o de la relativa importancia que tengan para ti. El simple
hecho de ver un objeto lo convierte en tu selección. Trata de aplicar la idea con la misma facilidad a un
cuerpo que a un botón, a una mosca que a un piso, a un brazo que a una manzana. El único criterio a seguir
para aplicar la idea a algo es simplemente que tus ojos se hayan posado sobre ello. No trates de incluir nada
en particular, pero asegúrate de no excluir nada deliberadamente.
LECCIÓN 2
Le he dado a todo lo que veo en esta habitación [en esta calle, desde esta ventana, en este lugar]
todo el significado que tiene para mí.
1. Los ejercicios que se deben llevar a cabo con esta idea son iguales a los de la primera lección. Comienza con
las cosas que estén cerca de ti y aplica la idea a cualquier cosa en la que tu mirada se pose. Extiende luego tu
campo visual. Gira la cabeza de un lado a otro de manera que puedas incluir lo que se encuentre a ambos
lados de ti. Si es posible, da la vuelta y aplica la idea a lo que se encuentre detrás de ti. Sé tan imparcial
como puedas al seleccionar los objetos a los que vas a aplicar la idea; no te concentres en nada en particular ni
trates de incluir todo lo que veas en una zona determinada, ya que eso causaría tensión.
2. Echa simplemente una rápida e indiscriminada mirada a tu alrededor, tratando de evitar la selección de objetos
en función de su tamaño, brillantez, color o material, o de la relativa importancia que tengan para ti. El simple
hecho de ver un objeto lo convierte en tu selección. Trata de aplicar la idea con la misma facilidad a un
cuerpo que a un botón, a una mosca que a un piso, a un brazo que a una manzana. El único criterio a seguir
para aplicar la idea a algo es simplemente que tus ojos se hayan posado sobre ello. No trates de incluir nada
en particular, pero asegúrate de no excluir nada deliberadamente.