Notas en Español e inglés 👇
Levítico 8: Unción, Armonía y Bendición
Levítico 8:1-12:
1 El SEÑOR habló a Moisés diciendo: 2 “Toma a Aarón y con él a sus hijos, y las vestiduras, el aceite de la unción, el novillo para el sacrificio por el pecado, los dos carneros y la cesta de los panes sin levadura. 3 Reúne luego a toda la congregación a la entrada del tabernáculo de reunión”.
4 Moisés hizo como el SEÑOR le mandó, y la congregación se reunió a la entrada del tabernáculo de reunión. 5 Entonces Moisés dijo a la congregación: “Esto es lo que el SEÑOR ha mandado hacer”.
6 Luego Moisés hizo que se acercaran Aarón y sus hijos, y los lavó con agua. 7 Puso sobre Aarón el vestido y lo ciñó con el cinturón. Después lo vistió con la túnica, puso sobre ella el efod, lo ciñó con el ceñidor del efod y lo sujetó con él. 8 Después le puso encima el pectoral, y sobre el pectoral puso el Urim y el Tumim. 9 Puso el turbante sobre su cabeza; y sobre aquel, en la parte delantera, puso la lámina de oro en forma de flor, la diadema sagrada, como el SEÑOR había mandado a Moisés.
10 Después Moisés tomó el aceite de la unción, ungió el tabernáculo y todas las cosas que estaban en él; y las santificó. 11 Roció con él el altar siete veces; ungió el altar y todos sus utensilios, y la fuente con su base, para santificarlos. 12 Luego derramó parte del aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón, y lo ungió para consagrarlo.
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Hoy vamos a comenzar la segunda sección de este libro que abarca los capítulos 8 al 10, donde describe el ritual de consagración por Moisés a Aarón y sus hijos. Vamos a ver cómo se oficializa el sacerdocio por medio de vestiduras especiales y rituales de sacrificios.
Aunque, hoy en día, la iglesia de Jesucristo, especialmente nosotros los que no somos judios (denominados gentiles), ya no practicamos esta clase de sacerdocio; es importante recordar que todo esto del sacerdocio eterno de Jesucristo era un simbolismo. Es importante conocer estos aspectos del culto por medio del sacerdocio Aaronico y todos los levitas - miembros de la tribu de Levi - y entender el privilegio de ser escogidos por Dios para esta labor, pero también la rigidez y exigencias que esta tarea conllevaba realizar. Más adelante veremos como unos sacerdotes perdieron sus vidas por hacer lo que no se les había mandado.
Hoy quiero que miremos el momento solemne y extraordinario cuando Aarón, después de ser vestido, fue ungido con el aceite de la unción; el aceite especial que santificaba todos los utensilios y las personas separadas para servir al Señor.
¡Realmente este era un milagro divino, el hecho que un ser humano con defectos y debilidades pudiera considerarse santo delante de Dios! Al santificarse, podía entrar a la gloriosa y poderosa presencia del Dios que se manifiesta visiblemente en una columna de nube y fuego.
Cuando Aarón entró por primera vez al templo para ofrecer sacrificios de paz al Señor, era el momento donde Dios abrió una puerta al cielo para que sus hijos pudieran tener una comunión más íntima con el Señor.
Imagino al pueblo de Israel reunidos alrededor del templo, gritando de alegría, llorando de emoción o arrodillados postrándose ante la magnífica presencia de Dios, sabiendo que ese hombre llamado Aarón iba a llevar los pecados del pueblo sobre sus hombros y los iba a dejar a los pies del Señor, y cuando saliera del lugar santísimo significaba que todos eran redimidos delante de Dios.
En el libro de Salmos encontramos una analogía hermosa acerca del momento en que Aarón fue ungido y la bendición de congregarse con la familia de Dios, leamos Salmo 133:1-3: “¡He aquí, cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía! Es como el buen aceite sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras. Es como el rocío del Hermón que desciende...