La leyenda del Nahual es una de las historias más antiguas y temidas de Mesoamérica. Según las tradiciones indígenas, un Nahual es un ser humano capaz de transformarse en animal durante la noche, adoptando la forma de un lobo, perro, jaguar, ave o incluso sombras sin forma. Estos seres no solo cambian de apariencia, sino que también conservan su conciencia humana, convirtiéndose en guardianes, brujos o entidades oscuras según la región y el relato.

En muchas comunidades rurales se cuenta que los Nahuales de corazón puro protegen a los suyos, vigilando los caminos y espantando a los peligros invisibles. Sin embargo, también existen historias de Nahuales oscuros: hechiceros que usan su don para robar, atacar o sembrar el miedo en los poblados. Sus ojos brillan en la oscuridad, sus pasos son silenciosos y su presencia se siente como un escalofrío que recorre la espalda.

Hasta hoy, hay quienes aseguran haberlos visto merodeando en caminos de terracería, cerca de los cerros o al borde de las milpas, siempre en noches sin luna, cuando el mundo parece más frágil… y lo imposible se vuelve real.