La Biblia nos enseña en Jeremías 29:11: "Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza". Esta promesa nos recuerda que, incluso en medio de los desafíos, Dios tiene un propósito redentor para nosotros. Un propósito que es más grande de lo que nosotros podemos pensar o imaginar, así que, animémonos unos a otros a soñar en grande, a aspirar a metas elevadas y a confiar en que Dios nos capacitará para lograr lo que parecía imposible. Recordemos que somos instrumentos en las manos del Creador, y Él nos guiará hacia la grandeza que ha diseñado para nosotros.