La Biblia nos introduce en la historia de David, Uza y Ahio, mostrando uno de los pasajes de mayor enseñanza respecto a respetar el proceso, guíanza y órdenes de Dios. Un proceso que muchas ocasiones duele, lastima, pero que sin duda nos muestra su amor inagotable para aquel que se preocupa por seguir la instrucción. (1ra Corintios 13;14;15)