Nos encanta perdernos hablando, parloteando, lo llamamos comunicación pero cuando realmente tenemos que decir lo que pensamos no somos capaces de hacerlo. Dar una opinión no es lo mismo que abrirse y contar lo que sientes. Explicar un concepto de maneras diferentes no es compartir tus oscuridades.
Muchas veces rellenamos los silencios parloteando sobre cuestiones que bien podrían haberse resumido o sencillamente no haber hablado de ellas. Pero somos así.
Nos cuesta mucho tomarnos en serio algunas cosas importantes y por otra parte ridiculizamos los temas más serios de una manera muy inquisitiva.
Obviamente esto se debe a la sobreinformación, ya se encargan las empresas, los gobiernos o cualquier medio de hacernos creer que lo que es verdad es falso y lo que es falso es verdad. No es ningún secreto como manipulan la opinión de la gente mediante las noticias, los anuncios o las fak news. Pero nosotros hacemos lo mismo para escurrir nuestra falta de voluntad o para asumir nuestra responsabilidad.
Por ejemplo, la palabra fluir, que representa algo positivo, no resistirse, avanzar al ritmo de las circunstancias, deslizarse con ellas, la deformamos de tal manera que al final este precioso concepto se ha convertido en una coletilla en la que nos apoyamos poniéndola de excusa cuando llegamos tarde, o cuando no nos apetece hacer algo, o cuando nos cuesta superar un obstáculo y abandonamos el camino que nos hemos marcado.
También nos encanta justificar nuestras deficiencias.
Hey, relájate, fluye, no te obsesiones, dejalo ir, la vida no hay que tomársela tan en serio, sé más flexible, y ese tipo de cosas.
Lo más importante no es el fluir sino la actitud de las personas.
Es la actitud de la gente lo que mueve el mundo.
Son las actitudes de los poderosos los que han convertido el mundo en un monopolio, donde unos pocos se enriquecen a costa de la gran mayoría.
Es la actitud mermada por las circunstancias las que nos hacen escudarnos en justificaciones baratas o usando el sentido de las palabras y transformándolo para ocultar nuestra pereza o apatía.
La falta de verdadero valor no reside en ser más fuerte que otro, o en tener más dinero, el verdadero valor está en ser capaz de actuar acorde a tu conciencia, pero si tu conciencia te dicta que tienes que pasar por encima de otros, tengo que decirte que en breve vivirás las consecuencias de tus propios actos en tus propias carnes y eso te hará entender las cosas de un modo distinto, por lo que podemos decir , que eso que entiendas como tu conciencia era tan solo tu propio orgullo ocultandote los valores más universales con los que te sentirás más lleno que viviendo exclusivamente para ti, y por ti.
Conoce nuestra escuela online :
https://tempasempayogameditacion.com/
Mira como hacemos Tempa &Sempa :
https://www.youtube.com/channel/UCVycAIzcl-XbB64qG52KM9A
Síguenos en nuestras redes sociales;
https://www.instagram.com/tempasempa/
https://www.instagram.com/pocoapocoperoya/
https://www.instagram.com/shimayayoga/
https://www.instagram.com/mejorartetumismo/
Conoce a Shima y Dargye :
https://www.shimayayoga.com/
https://mejorartetumismo.com/