San José no pudo haber sido un hombre viejo cuando se desposó con María. Los hombres viejos no caminan a Egipto, y tampoco caminan tres veces al año de Nazaret a Jerusalén.
San José no pudo haber sido un hombre viejo cuando se desposó con María. Los hombres viejos no caminan a Egipto, y tampoco caminan tres veces al año de Nazaret a Jerusalén.