El tiempo cuando Dios se aleja, se olvida, no habla, es un tiempo difícil, dónde suceden cosas muy dolorosas, como ser cautivos de otros pueblos, de otros pensamientos, de ataduras y desilusiones . Gracias a Dios que siempre está dispuesto a recordarse y a volver Su rostro en cuanto nosotros nos volvemos a El