El apóstol Pedro no ordena, exhorta. No reclama poder de gobierno sobre todos los pastores e iglesias. Era honra particular de Pedro y de otros pocos, el ser testigo de los sufrimientos de Cristo; pero es privilegio de todo verdadero creyente participar de la gloria que ha de ser revelada. Estos cristianos pobres, dispersos y sufridos, eran la grey de Dios, redimida para Dios por el gran Pastor, y viven en santo amor y comunión, conforme a la voluntad de Dios. | Pr. Antonio Urrutia V.