Lisa y Bart regalan a Krusty uno de los múltiples cachorros hijos del Pequeño Ayudante de Santa Claus. El payaso se lleva al perrito de paseo y se indigna al descubrir que no tiene su estrella en la calle de los judíos famosos, y poco después se entera de que técnicamente no es judío, ya que nunca pasó el rito del Bar Mitzvah.