Homer es despedido de la Central Nuclear y acaba siendo contratado por una nueva compañía tecnológica que fabrica vehículos autónomos en un ambiente de trabajo muy relajado, lo que provoca la fuga de muchos trabajadores del Sr. Burns hacia esta nueva empresa. Además, Homer acaba trabajando codo con codo con Marge y juntos descubren que el verdadero fin de la empresa es recabar datos privados de sus clientes.