Al enterarse el rey Luis XIII del enfrentamiento, mando a llamar a los mosqueteros. Mientras tanto, Dartagnan mató a otro guardia del cardenal, e increíblemente, el cardenal de La Trémouille, fue leal al señor de Tréville y dijo que era culpa de sus muchachos. Al final, el rey, terminó felicitando a los mosqueteros y hasta les pagó