Aparece el burgués, el señor de Bonacieux, casero del alquiler de Dartagnan, que le cuenta que su mujer fue secuestrada y que le iba a pagar y aparte, le perdonaba el alquiler de por vida, si la rescataba. Dándole las características del secuestrador, se dió cuenta de que era el mismo que le afanó la carta de recomendación para el señor de Tréville