Aunque a ratos Enrico fuera Henry, nos alegramos de que finalmente haya sido la Italia de ‘Manchini’ la flamante ganadora de esta Eurocopa 2020. En el fondo tenemos una espinita clavada que jamás podremos sacarnos, pero llegará el día en el que veamos a Barella salir en barella de un partido. Pero ya iba a ser demasiado que también predijéramos esto. Os debemos mucho por habernos escuchado y apoyado durante estos treinta episodios. Nos hemos acompañado en uno de los mejores torneos que jamás se haya disputado y con este episodio ponemos un (aparente y nada seguro) punto final a una aventura inigualable. Grazie a tutti e arrivederci.

Previa de la gran final, el broche de esta fantástica Eurocopa 2020, un Italia-Inglaterra en Wembley. Es un día grande para el fútbol, pero lo realmente importante es que este podcast llega a su fin... por ahora. Tengan mucho cuidado si se cruzan de aquí en adelante con Javier Aznar y Enrique Ballester porque estarán desatados buscando a gente para cogerles por la pechera, sentarles a su lado y volcar todo lo que no os han contado en los episodios anteriores, aunque no se descarta que simplemente os recuerden una y otra vez sus anécdotas y traumas personales. Estáis avisados.

Estamos a las puertas de la final de la Eurocopa 2020, pero antes queríamos tener una segunda parte de preguntas y respuestas para agradecer todo el apoyo que nos estáis dando. Hablamos de campeones que apuntan un equipo como destino, llegan a él, lo suben al Olimpo y salen de rositas al año siguiente como si no le hubiesen cambiado la vida a miles de aficionados. Recordamos cómo nos han estafado de pequeños cambiando cromos o pagando por tener ese fichaje que nunca sale. Tratamos de entender por qué alguien quiere ser delegado de clase o árbitro, qué ha sido de Iñaki Sáez y qué duplas de jugadores es imposible recordar por separado.

Creíamos que aquí se bancaría a la Italia de ‘Manchini’ para ganar la final de la Eurocopa, pero quizá ‘Los Últimos de la Lista’ no tiendan tanto a ser ‘Ultimo della Lista’, sino más bien ‘Last on the List’. Para resolver la incógnita contamos con Miquele Quintana, flamante ganador de Eurovisión a tiempo completo y periodista en sus ratos libres. Nuestro argumento de mayor peso para encarar los días previos a la final entre Italia e Inglaterra es que lo mejor de una es que no es la otra, así que con este razonamiento os dejamos el gusanillo para escuchar a los buenos de Enrico Ballesteri, Miquele Quintanariella y Saverio Aznarantino.

No sabemos con quién ir en la final. No sabemos si tomar el alter ego de Enrico o de Henry. No sabemos en qué sala del Museo Británico prepararán una exposición en honor al piscinazo de Raheem Sterling ante Dinamarca. No sabemos qué habrá sido de los hermanos Colocón y Coloquín. No sabemos si Damsgaard es lo más parecido a Arshavin. No sabemos por qué la cámara lenta dramatiza todo en el fútbol. No sabemos por qué hay tanto flipado en el patio del colegio que se pone con los brazos en jarra antes de tirar una falta o intentar un gol olímpico. Lo que sí sabemos es que estamos hartos de la gente que dice que el fútbol no nos da de comer.

Estamos de bajón, para qué mentir. Las sensaciones eran mucho mejores que en el resto de partidos, parecía que lo podíamos conseguir, pero Don Fútbol siempre se guarda un as bajo la manga. Dani Olmo y Álvaro Morata, los dos jugadores que nos permitieron seguir soñando con un golazo que podría haber sido memorable, son precisamente los dos jugadores que en la tanda de penaltis no estuvieron acertados. ¿Qué le vamos a hacer? Esta Selección, esta España de Luis Enrique nos ha conquistado y nos ha devuelto al primerísimo nivel.

Si hay algo relativamente bueno, es que todavía podemos ver a Barella salir en ‘barella’ y pensar más motes para Chiesa (cobardía de mi amor por ella), también conocido como ‘El Chuky de Chiesa’. Este episodio saca el payaso triste que llevamos dentro y nos recuerda que el fútbol nos sigue emocionando como pocas cosas en el mundo, por mucho que creamos madurar. Pero stop intensidad, que aquí hemos venido a hablar del vacile de Chiellini a Jordi Alba, de las posturas mientras veíamos los penaltis y de Pocoyó.

Episodio especial de 'Los últimos de la lista' en el que Javier Aznar y Enrique Ballester responden a algunas de las preguntas que los oyentes nos habéis formulado en redes sociales. Hacemos especial hincapié en la historia de los balones más míticos de la Eurocopa y repasamos esos grandes momentos de nuestra infancia en los que este invento esférico nos ha regalado tanta diversión. Hablamos de periodismo: de cronistas y referentes de ayer y de hoy, de libros y artículos que se convierten en manuales de la profesión y de recomendaciones que nos vais a agradecer toda la vida. Además, recordamos a esas personas que nunca han sabido decir bien los nombres de algunos futbolistas, como Seedorf, Wakaso o Musacchio.

Con soborno y engaño de por medio, hemos conseguido que nos acompañe Diego Ibáñez, proyecto fallido de lateral derecho, gafe indudable si va al Bernabéu a ver al Madrid y vocalista de Carolina Durante, el único grupo de música capaz de reivindicar que Odriozola sea titular. Hablamos con Diego sobre su pasión por el fútbol, lo divertida que está siendo la Eurocopa y quién merece fidedignamente el ya reconocido y prestigioso Premio Cantinflas. Él es el culpable de la inolvidable pifia de Unai Simón, pero también de la victoria de España ante Suiza gracias a su lógico y efectivo ritual durante la tanda de penaltis. 

Tras la conversación nos queda claro que no sabemos cómo funciona el ránking FIFA, que el FIB es un festival guiri y que Francia no estaría eliminada si hubieran convocado a Mendy; también repasamos el camino de Mario Rosas desde compartir generación en La Masía con Xavi y Puyol, y ser el ídolo de Andrés Iniesta, hasta tener su propio cóctel en Castellón. Además, descubrimos que Diego Ibáñez predijo indirectamente el fichaje de Bale y Modric por el Real Madrid, que es asmático y se cuida la voz casi tanto como Enrique Ballester, y que Carolina Durante va a estrenar un disco este año con una canción inspirada en Javier Aznar. Este es el nivel.

Después de tantas emociones, tanto éxtasis, tantas cucarachas aniquiladas, tanta pasión por el fútbol y tantas odas a esta Eurocopa, llega el bajón, la caída en picado. El República Checa-Dinamarca nos ha dado un poco de juego, pero el repaso de Inglaterra a Ucrania ha venido genial para meternos en el profundo aburrimiento y la realidad de saber que no vamos a vivir jornadas como las que ya hemos disfrutado. Esta leve saturación y desconexión va a desaparecer rápido porque Don Fútbol tiene balas en su recámara, así que no nos preocupemos más.

Estamos en semifinales. Aquiles lo sabía. Nosotros también. O no del todo, pero si el gato Aquiles estaba convencido, no podíamos dudar. Tenemos una vida extra que gastaremos contra Italia. Dando un giro de los acontecimientos, os presentamos a Iceman para que aprendamos a manejar la presión y otro tipo de cosas. Volviendo al análisis más técnico que puedas escuchar, Don Propia Puerta suma una vez más otro tanto a su ya histórico casillero (es el máximo goleador de la Eurocopa y de la Selección, y nadie puede pararle) y se ha cumplido el método Stephen Hawking para ser infalible desde la tanda de penaltis.

Nos seguimos divirtiendo con, posiblemente, la Españita menos previsible y más emocionante que podamos recordar, y con un seleccionador que no termina de situarse entre ser veraneante o jubilado, entre ser moderno por ir con patinete o tener tintes octogenarios por ver los entrenamientos desde un andamio. El caso es que estamos en semifinales sin darnos cuenta, siendo vulnerables pero ambiciosos, jóvenes y con defectos pero ansiosos por ganar y determinantes cuando peor se ponen las cosas. Veremos cómo actúa Don Fútbol, pero ya sabemos cómo se las ha gastado con Zakaria por ser comparado con Zidane y Kroos, o con Romelu Lukaku por cambiar su dieta para aun así seguir sin ganar una competición con Bélgica.