Como cristianos, debemos preservar las prioridades piadosas (14:20-21).
Pablo está repitiendo aquí que el reino de Dios no es comer ni beber (14:17). Además, está repitiendo que todos los alimentos son limpios (14:14), como dijo Jesús (Marcos 7:18-23).
Pero eso no significa que el hermano más fuerte pueda ignorar los escrúpulos de su hermano más débil. La prioridad no es nuestro derecho a comer o beber lo que queramos. La prioridad es la obra de Dios, Su reino.