No podemos imitar a Dios amándonos unos a otros a menos que comprendamos qué es el amor de Dios. La demostración suprema del amor de Dios fue cuando entregó a su propio Hijo para que muriera por nosotros en la cruz.
No podemos imitar a Dios amándonos unos a otros a menos que comprendamos qué es el amor de Dios. La demostración suprema del amor de Dios fue cuando entregó a su propio Hijo para que muriera por nosotros en la cruz.