Para evitar equivocarnos en las pruebas, es importante comprender los atributos de Dios como se revelan en Su Palabra. Debes conocer a Dios, no como puedes concebirlo o desear que sea, sino como Él se ha revelado en la Biblia. Algunos cristianos suelen decir: “Mi Dios no es un Dios de juicio; Es un Dios de amor”. Eso está bien, ¡pero su Dios no es el Dios de la Biblia!