¿Cómo podemos gloriarnos en nuestra humillación? Primero, podemos gloriarnos en el hecho de que Dios ha abierto nuestros ojos para ver la vanidad de la riqueza y el estatus del mundo. ¡Espero que estés de acuerdo! ¡Vivir para acumular lo que ofrece el mundo y luchar por la aclamación del mundo es inútil!