La cuarta cualidad que hacía de los apóstoles testigos creíbles: los apóstoles fueron testigos cuidadosos del Señor Jesús. Como lo hemos mencionado anteriormente, los apóstoles no fueron genios religiosos que inventaron el cristianismo. No eran filósofos profundos. Ni siquiera eran, principalmente, teólogos. Ellos fueron testigos.