Escribiendo a los refugiados que han sufrido la pérdida de sus hogares y su patria, además de muchas de sus posesiones, que están siendo perseguidos en los lugares en los que han buscado refugio, Santiago dice: Cuando nos encontramos con pruebas, tengamos gozo, sometiéndonos a Dios, sabiendo que Él las está usando para nuestra madurez.