Como lo mencionamos en nuestro devocional anterior, el día de Pentecostés, cincuenta días después de la Pascua, los discípulos recibieron la morada permanente de la tercera persona de la Trinidad, el Espíritu Santo.
Como lo mencionamos en nuestro devocional anterior, el día de Pentecostés, cincuenta días después de la Pascua, los discípulos recibieron la morada permanente de la tercera persona de la Trinidad, el Espíritu Santo.