Desde niño Toño tuvo muy claro que quería ser mago. Un accidente que puso en riesgo su vida a los 13 años reforzó esta idea de que la magia era su pasión. Al enterarse, mientras estaba en el hospital, que los pronósticos médicos no eran buenos, decide encontrar una razón por la cual vivir. Desde ese momento se dedicó a hacer magia y sacarle una sonrisa a cualquier persona que conociera. Empezó con enfermeras, visitas y hasta doctores. Un milagro sucede y logra salir del hospital. A partir de ahí decide construir un camino más en forma en el mundo de la magia, ya que el regalar sonrisas a los demás resultó ser para él la mejor recompensa. Así es como nace el Mago Yajan quien tienen más similitudes que diferencias con Toño, pues al ser dos personas en una, conservan la misma esencia teniendo como sello el hacer todo con el corazón. Una historia de sencillez, autenticidad y sueños.

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