Patricia Salas, 24 años, era una adolescente más completamente normal hasta que aquella noche, la madrugada del 1 de abril de 1999, tuvo una experiencia que cambiaría su vida para siempre. Algo que nos podía pasar a cualquiera de nosotros.
Patricia Salas, 24 años, era una adolescente más completamente normal hasta que aquella noche, la madrugada del 1 de abril de 1999, tuvo una experiencia que cambiaría su vida para siempre. Algo que nos podía pasar a cualquiera de nosotros.