El Camino hacia el Fruto Eterno y la Plenitud
En Juan 15, Jesús nos invita a conectar profundamente con Él, la Vid Verdadera, para experimentar una vida plena, llena de gozo y fruto eterno. A través de la analogía de la vid, aprendemos que solo permaneciendo en Jesús podemos dar fruto verdadero, tanto interno como externo. La poda, aunque dolorosa, es esencial para nuestro crecimiento espiritual. Esta enseñanza nos desafía a vivir para dar fruto duradero, impactando nuestras vidas y el mundo a través del amor, la paz y la transformación en Cristo.