El 12 de julio de 1997 dos aviones provenientes de Necoclí y Apartadó, en Antioquia, transportando en su interior alrededor de 100 hombres enviados por Carlos Castaño, máximo líder de las AUC, aterriza en el aeropuerto de San José del Guaviare, en ese entonces, una de las bases antinarcóticos más relevantes del país. Allí los espera René Cárdenas, hombre de confianza de Castaño y líder paramilitar del Guaviare, con quien emprenden un viaje hacia Mapiripán, Meta, a bordo de 2 camiones suministrados por un oficial del Ejército de Colombia, dando inicio a una incursión de 5 días de desasosiego entre la población de este municipio de los Llanos Orientales.