Con cada nueva victoria y desafío superado, la Unión de los Guardianes se fortalecía y expandía su influencia global. Sin embargo, el vasto océano aún guardaba secretos y maravillas que estaban por descubrir. Fue en uno de estos momentos de exploración cuando Juan y Pedro encontraron a una figura legendaria que cambiaría el curso de su misión: Marisa, la sirena que podía caminar.