Martes 22 de agosto: Amanece en la ciudad de Santiago que despierta expectante, en medio de fuertes ráfagas de viento, esperando la lluvia, que se supone que va a ser cuantiosa. Si ayer el epicentro del desastre meteorológico era Talca, durante la noche, esa preocupación se trasladó al norte, con múltiples desbordes e inundaciones en los alrededores de Curicó y Molina. La región del Maule presenta un escenario desastroso, especialmente para la agricultura, aunque la zona de catástrofe se extiende desde O'Higgins hasta el Biobío.