Juan 18:33 Entonces Pilato entró otra vez al Pretorio, llamó a Jesús y le dijo: —¿Eres tú el rey de los judíos?
34 Jesús le respondió: —¿Preguntas tú esto por ti mismo o porque otros te lo han dicho de mí?
35 Pilato respondió: —¿Acaso soy yo judío? Tu propia nación y los principales sacerdotes te entregaron a mí. ¿Qué has hecho?
36 Contestó Jesús: —Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos. Ahora, pues, mi reino no es de aquí.
37 Entonces Pilato le dijo: —¿Así que tú eres rey?
Jesús respondió: —Tú dices que soy rey. Para esto yo he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad oye mi voz.
38 Le dijo Pilato: —¿Qué es la verdad?
Habiendo dicho esto, salió de nuevo a los judíos y les dijo: —Yo no hallo ningún delito en él.
Es muy interesante la interrogación que le hizo Pilato a Jesús. La primer pregunta que le hizo Pilato a Jesús es si Él es el Rey, pues los líderes judíos usaron esa acusación para pedir que lo crucificaran. En el libro de Lucas 23:1-3 vemos la acusación con más exactitud.
Podemos mirar que la principal causa por la cual Jesús fue crucificado fue porque dijo que Él es el Rey, el Cristo, que significa el Ungido. Esta posición solamente la tenían aquellos que eran ungidos para ser rey de Israel como David, Salomón y todos los reyes de Israel y Judá.
Era tan importante y delicado reclamar la posición de rey que cuando los sabios del oriente anunciaron el nacimiento de Jesús y dijeron: "¿Dónde está el Rey de los judíos, que ha nacido?", Herodes mandó a matar a todos los niños pequeños menores de 2 años.
Ahora vemos claramente a Jesús reconociendo Su identidad de Rey delante del gobernador, y el gobernador, simple y sencillamente, no vio nada malo en Él.
Es más, después puso una placa que decía: "Jesús, el Rey de los judíos", esto lo hizo en los idiomas de la región para que todos supieran que Él es Rey.
Al final, muchos creyeron en Jesús y otros se desilusionaron porque pensaban que Jesús los iba a liberar del yugo del imperio romano, pero Jesús dijo que Su "reino no es de este mundo".
El Rey Jesús quiere reinar hoy en tu vida y poner Su trono en tu corazón. Cuando pronunciamos el nombre 'Jesucristo', estamos diciendo 'Jesús, el Rey'.
Mis preguntas son: ¿Quién reina en tu vida? ¿Estamos permitiendo que Jesús sea el Rey de nuestro ser? ¿Estamos siguiendo Sus mandatos? ¿Le estamos honrando y estamos dispuesto a dar nuestras vidas por honor al Rey o nos vamos a avergonzar de ser llamados siervos de Él?
Si sirves al Señor con integridad y honor, Él está dispuesto a recompensarte.
Cuando confesamos a Jesús como nuestro Señor, como nuestro Cristo (como Rey), estamos haciendo un voto de fidelidad y sumisión a Él. Por eso los apóstoles firmemente respondieron a los líderes de ese tiempo que los acusaban y amenazaban: "Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres". Con honor ellos sufrieron cárceles, azotes, burlas e injusticias, pero ellos hasta el final fueron firmes y fieles representantes del reino de Dios.
Consideremos: ¿Quién reina en tu hogar? ¿Le estamos atribuyendo toda la gloria y alabanza al Señor en todo lo que hacemos?
La Biblia menciona que nuestro Rey va a regresar a la tierra, a establecer Su reino visible a la humanidad y va a venir con una multitud montados en caballos blancos y todo el mundo lo verá. Según Apocalipsis, esta multitud son aquellos que creyeron en Jesús y se sentarán a reinar con Él.
Permanezcamos fieles al Señor en esta tierra, pues va a llegar el día cuando el Rey de reyes, que reina en nuestras vidas, regresará a reinar una vez más sobre todo el mundo.
Soy tu amigo Eduardo Rodríguez. No olvides leer todo el capítulo que es muy interesante y compartir este devocional con un amigo. Que el Rey de reyes y Señor de señores escuche tu oración en este día.
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