“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.” Isaías 9:6-7

Perlas: El libro de Juan comienza diciendo quién es Jesús. Dice que Jesús es el Verbo, o la Palabra de Dios. Dice que Jesús ha existido desde el principio con Dios y dice que Jesús, de las tres Personas de la Trinidad, fue Jesús quien creó todas las cosas y que sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. Dice que en Jesús está la vida (Él es la fuente de vida), que esa vida es la luz de los hombres, y que las tinieblas no pudieron prevalecer contra Él.

Leímos también que el Verbo (la Palabra) se hizo carne y habitó entre nosotros. Juan menciona también acerca de la gloria que fue vista sobre el Unigénito del Padre, y que estaba lleno de gracia y de verdad.

Volvamos al pasaje de Isaías. Y se llamará Su nombre Admirable…Consejero. Hablemos hoy acerca de este segundo aspecto de la Persona de Jesús: Y se llamará Su nombre Consejero. Hoy en día, y cada vez más y más, se ha vuelto muy común la búsqueda de consejería, terapia psicológica o psiquiátrica, coaching, etc. Y todo esto está bien, son ayudas necesarias y son una bendición, por supuesto, dependiendo de la calidad humana y profesional del que está dando un consejo.

Por encima del consejo humano que tendemos todos a buscar, no solo de parte de un profesional, sino aquella tendencia a preguntarle a todo el mundo su opinión; lo cual es realmente un error, cuando vivimos pidiéndole consejo a todos a nuestro alrededor, nuestra mente se llenará de ruido, el ruido de las opiniones, voces y consejos de todos aquellos a quienes consultamos, y bueno, mucho otros que no consultamos, pero que nos dan su opinión o consejos no solicitados. Y créeme, estoy segura que la gran mayoría de las personas tienen la mejor intención de ayudar, pero muchas veces lo que nos dicen no es lo que necesitamos escuchar.

Y se llamará Su nombre Consejero. Jesús se llama Consejero. Él es nuestro Consejero. Su sabiduría es insuperable. Su amor por nosotros también es insuperable. Su consejo es perfecto e infalible, en contraste con el consejo de cualquier ser humano que lleva intrínsecos el error y la imperfección humana. Es que…¿cómo alguien puede competir con Dios? ¿Quién puede tener más sabiduría que Jesús? ¿Quién nos conoce completa e íntimamente? Únicamente Aquel que nos creó, nos formó y nos dio vida…Él tiene aún nuestros cabellos contados, nos conoce desde antes de plantarnos en el vientre de nuestras madres, conoce hasta el último de nuestros pensamientos, conoce aún las intenciones de nuestro corazón. Jesús lo sabe todo acerca de ti y de mí. Él conoce también nuestro propósito último y misión en esta vida. Conoce los planes. Conoce el mapa. Y nos acompaña en el camino de la aplicación de Sus consejos...

Lee completo este devocional descargando nuestra app: https://urlgeni.us/0MujO

Podcast original de canaanusa.org & Liliana García