27 de diciembre de 1991: El vuelo 751 de Scandinavian Airlines es castigado por la nieve en la pista del aeropuerto de Estocolmo-Arlanda. El DC-9 ya ha sido deshelado dos veces para asegurarse que esté en condiciones de despegar. A pesar de las condiciones invernales, la nave despega sin dificultades, pero en segundos, los motores comienzan a emitir ruidos extraños, humo comienza a filtrarse en la cabina y menos de dos minutos después, ambos motores dejan de funcionar. Cuando los pilotos tratan de reencenderlos, el motor izquierdo estalla en llamas. A mil metros de altura, el avión se queda sin motores y comienza a caer en picada. Se estrella contra el suelo y se rompe en tres partes, pero asombrosamente, todas las personas a bordo sobreviven. ¿Podrán los investigadores determinar qué fue lo que falló en este avión de última generación prácticamente nuevo?