El 11 de septiembre de 2001, poco después de despegar de Washington DC, la cabina del piloto del vuelo de American Airlines número 77 es asaltada por unos secuestradores que una vez toman el control del avión lo estrellan contra el Pentágono, el símbolo de la fuerza militar de Estados Unidos, dejando uno de los lados del icónico en llamas y con un agujero en una de sus paredes exteriores. El ataque al pentágono moviliza a cientos de agentes del FBI y de invesgadores de siniestros aéreos, descubriendo montañas de pruebas y detalles sorprendentes del secuestro terrorista del vuelo 77 de American Airlines.