Un 747 que vuela hacia sudáfrica se llena de humo, se ha producido un incendio en la zona de carga pero el avión no puede aterrizar, está a demasiada distancia de la superficie del océano índico. Los pasajeros se asfixian con los humos tóxicos y sólo hay una forma de extinguir el humo que implica que la tripulación haga una maniobra tan arriegada que practicamente jamás ha sido usada, abrir las puertas en pleno vuelo.