Un 737 de British Airtours con 137 personas se incendia antes de despegar del Aeropuerto de Mánchester, matando a más de la mitad de sus pasajeros y tripulantes. El avión ni se elevó, no salió de la pista pero los expertos tendrán que reconstruir los últimos momentos en la cabina del piloto, analizar los restos del avión y las cajas negras y recurren a psicólogos para saber por que una tragedia superable se convierte en una de las mayores tragedias de la historia en la aviación británica.