📖No quiero que ignoren, hermanos, que todos nuestros padres estuvieron bajo la nube, y que todos atravesaron el mar. Todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar. Todos comieron la misma comida espiritual. Todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de la roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo. Sin embargo, Dios no se agradó de la mayoría de ellos; pues quedaron postrados en el desierto. Estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no seamos codiciosos de cosas malas, como ellos codiciaron. No sean idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó para divertirse . Ni practiquemos la inmoralidad sexual, como algunos de ellos la practicaron y en un solo día cayeron veintitrés mil personas. Ni tentemos a Cristo, como algunos de ellos le tentaron y perecieron por las serpientes. Ni murmuren, como algunos de ellos murmuraron y perecieron por el destructor. Estas cosas les acontecieron como ejemplos y están escritas para nuestra instrucción, para nosotros sobre quienes ha llegado el fin de las edades. Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. No les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, quien no los dejará ser tentados más de lo que ustedes pueden soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la puedan resistir.

➡️🎙️El capítulo de hoy me gusta mucho porque aquí el apóstol Pablo nos enseña varias lecciones para nuestro crecimiento espiritual usando al pueblo de Israel como ejemplo. Pero no como un ejemplo digno de imitar sino al contrario, nos muestra acciones que ellos tomaron y las consecuencias que ellos sufrieron por sus malas decisiones. Son ejemplos para no seguir.

El apóstol Pablo nos enseña que estas lecciones son aplicables para nuestras vidas aunque no seamos del pueblo de Israel pues ellos vivieron las mismas experiencias espirituales que nosotros: fueron llamados, fueron bautizados, recibieron la palabra de Dios y experimentaron la presencia de Dios.
A pesar de todo el poder de Dios que ellos pudieron experimentar y vieron la forma sobrenatural en que El los sacó con mano fuerte de Egipto, su corazón se endureció y no quisieron dejar el pecado.

El apóstol Pablo nos da varios puntos de las cosas que no debemos permitir en nuestros corazones:

Codicia: el amor al dinero o a cosas materiales
Idolatría: cualquier cosa que reemplace a Dios en tu vida
Inmoralidad sexual: cualquier clase de relación sexual fuera del matrimonio o que deshonre a tu matrimonio.
Tentar o probar a Dios: Cualquier acción que menosprecie la palabra de Dios, sus promesas y su presencia
Murmuración: Hablar mal de Dios y de sus hijos.
Espero que sigamos el consejo del apóstol y aprendamos a dejar estas cosas cuando quieran venir a nuestras vidas y de esa manera afectar la bendición de Dios a mi matrimonio, mi familia, y en las demás áreas de nuestras vidas.
Para concluir, recordemos la frase de advertencia del verso 12: el que piensa estar firme, mire que no caiga.
No tengamos miedo, pues bien dijo el apóstol: Dios nos dará la salida ante cualquier prueba.
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Consideremos:
¿Estoy confiando en mis propias fuerzas o confío en la guianza del Espíritu Santo?
¿He estado lidiando con alguno de estos defectos del pueblo de Israel?

Soy tu amigo Eduardo Rodríguez no te olvides compartir este devocional y leer el capítulo completo.😇