El corazón del ser humano es naturalmente remiso a la gratitud. Rápidamente naturaliza lo maravilloso y considera lo recibido como lógico, natural o merecido. El corazón que no agradece se hace insensible a lo sobrenatural y se va endureciendo en la carrera por alcanzar siempre nuevos logros. La ingratitud es el modo del desagradecido que vive insatisfecho y no tiene paz. Te consideras una persona agradecida? No dejes de escuchar!! Hay buenas noticias para vos!!