Aquellas heridas del alma que decidimos ignorar pueden compararse con estar atrapado en un pequeño establo con un caballo salvaje. Necesitamos enfrentarlo para sanar nuestras heridas. Acompáñame en un viaje al interior en el que el perdón se convertirá en la llave que abrirá las puertas de nuestro encierro que es el rencor y así finalmente encontrar la paz que anhelamos y la evolución de nuestro espíritu.