El único requisito para servir a Dios es un corazón dispuesto —Él se encarga de todo lo demás.

Pasar tiempo constantemente en la Palabra de Dios transforma nuestro pensamiento y fortalece nuestras creencias.

Construya su vida sobre el fundamento de la Palabra de Dios —ella siempre es verdadera.

Al confiar en Cristo como nuestro Salvador, recibimos el regalo de la vida eterna.

Los tiempos difíciles llegan a la vida de todos. Elija confiar en nuestro Dios soberano para que le cuide y consuele.

Seguir el ejemplo de generosidad de Dios no siempre tendrá sentido para los demás.

Al dedicar tiempo para ver y apreciar la bondad de Dios, nuestra reacción natural será darles a Dios y a otros con gozo.

Cuando buscamos vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, podemos confiar en que Él escuchará y responderá nuestras oraciones.

Dios puede incluir demoras como parte de su respuesta perfecta a nuestras oraciones.

El Señor Jesucristo nos dice que pidamos, busquemos y llamemos al orar.