En 1988 Colombia sufrió algunas de las masacres más atroces y recordadas: Honduras y La Negra, Mejor Esquina, Coquitos, Segovia, entre otras. Ese año, de 19 casos registrados en 1987 se pasó a la lamentable cifra de 64. En medio de este mar de sangre, se hundió en el olvido la masacre de mineros de la vereda El Topacio del municipio de San Rafael, Antioquia. Allí, un grupo de hombres armados asesinó a 14 de los mineros. Días más tarde fueron hallados sus cuerpos desmembrados y trasladados en un helicóptero de la Gobernación de Antioquia para ser depositados en varios ataúdes en el cementerio de San Rafael. Este hecho es aún recordado con horror por los Sanrafaelitas.