La pulga arribó a París y tuvo un caluroso recibimiento en la capital Francesa, con la 30 en la espalda inicia la nueva era en busca de seguir haciendo historia e hinchando sus récords como el mejor jugador del mundo.
La pulga arribó a París y tuvo un caluroso recibimiento en la capital Francesa, con la 30 en la espalda inicia la nueva era en busca de seguir haciendo historia e hinchando sus récords como el mejor jugador del mundo.