La cárcel no solamente priva de la libertad el cuerpo sino que también mantiene preso el pensamiento. José Barrientos Rastrojo, profesor en la Universidad de Sevilla, nos cuenta la manera en que el proyecto BOECIO, mediante un entrenamiento filosófico, permite a los presos desarrollar capacidades de pensamiento a través de un acompañamiento para generar solidaridad y empatía. ¿Se puede generar y aplicar filosofía en la cárcel? En este programa lo descubrimos, y también conocemos cómo ha mejorado la vida de quienes se encuentran dentro del sistema penitenciario.