Así comienza una historia que duele, que incomoda, pero que también libera. Creció pensando que era exagerada, que el problema era ella, que su madre solo era estricta… hasta que entendió que esa mujer que debía protegerla fue la primera en romperla. Con palabras disfrazadas de consejos, críticas que calaban más que cualquier golpe, y silencios que gritaban desprecio. Esta no es una historia de golpes visibles, es una historia de heridas invisibles. De cómo una hija fue aprendiendo a vivir con miedo… dentro de su propia casa. De cómo se convirtió en una mujer rota por dentro, mientras todos afuera admiraban a su mamá.

En este episodio de Será nuestro secreto, escucharás un testimonio crudo, directo, sin adornos. Una historia que podría ser la tuya, la de tu amiga o la de alguien que aún no se atreve a contarla. 

Dale play y acompáñanos en este relato tan íntimo como revelador. Porque hay cosas que solo pueden contarse en voz baja.

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